lunes, 16 de septiembre de 2013

Disfruta cada momento

Ya es Lunes y arrancamos nueva semana después de pasar un “finde” genial, cargado de risas y de buen rollo, con mil anécdotas y buenos momentos. Todo esto compartido con caras conocidas, no sabéis como se agradece. Además “los extraños” han resultado ser gente muy maja.

Hemos estado en Miami 2 días. Aprovechando que unos amigos nuestros estaban de vacaciones nos hemos acoplado, literalmente, a sus planes de segunda luna de miel. Todo sea por una, muy necesaria, recarga de pilas.
Habíamos estado ya antes, pero sin haberlo disfrutado apenas, así que no me faltaron motivos para coger de nuevo un avión y en menos de tres horas plantarnos allí.

Bienvenidos al calor tropical. Ojo: un calor asfixiante, incómodo. A mi parecer, difícil de soportar los 365 días del año. Y mira que si estás en bermudas, falda y de la piscina a la playa... es más llevadero. Pero imaginaos ir con traje y corbata o todavía peor, ¡con tacones! Lo dicho, muy difícil de soportar.
Sin embargo, con amigos las incomodidades se olvidan. Si se comparte el mismo idioma y las mismas bromas, si todos vamos a una. Sólo me llevo buenas sensaciones de esta visita exprés.


Una reflexión después del viaje. Hace poco lo hablaba con una amiga de la infancia...
En general, unos más que otros, tendemos a ser bastante egoístas con la gestión de nuestro tiempo. Mientras sabes que tu vida va a permanecer estable (sin cambios importantes en lo familiar, social o laboral) vivimos bajo una rutina bastante egocéntrica, construida por uno mismo. Tenemos claramente marcado qué debemos hacer cada día y en qué determinado momento. Y si algo se interpone entre mi clase de inglés y mi clase de spinning... ¡uff! Impensable faltar al gym. ¿Eso dónde se ha visto? ¿No es cierto?

Pues bien, yo me he comportado así mil veces: para mi es sagrado ir al gimnasio, ir hacer la compra los viernes a las 17h, pasar la aspiradora cada maldito día, llevar el pijama a las 22h de la noche y posteriormente el  apropiado acurrucamiento... y así una interminable lista de cosas que me incumben tan sólo a mí y a mis sagrados rituales inamovibles.

Esto cambió con la noticia de venir a USA. De repente, solo tenía tiempo para mi familia y mis amigos. Deprisa y corriendo a disfrutar de todos y cada uno de los momentos que pudiéramos compartir juntos. "Os venís a cenar..." "Celebramos que ha nacido..." "Mañana trabajáis, pero vamos a ir...” “Vienen tus primas a comer... "
Rotundamente: ¡Me apunto!

Tener este pensamiento me ha permitido gozar enormemente de este fin de semana. Reírme hasta no parar y sentirme realmente a gusto, incluso cuando nos tomaban el pelo en nuestra ronda de Margaritas, o en la discoteca, donde ni los tacones, ni la música suponían un impedimento para nosotros. El sablazo en la barra tampoco. 

Allí sonó una canción que nos vino como anillo al dedo. Seguidamente os dejo el enlace, para que disfrutéis de ella tanto como lo hago yo. "Jungla de cemento donde se fabrican sueños". Vello de punta. CLICK -> New York. Alicia Keys.

¡¡Un “shot” de tequila por más momentos como este!!

PD: La vuelta más dura de lo que pensaba. Esta vez, mientras iba en el coche me volví a sentir tan forastera en estas tierras como el 7 de Agosto. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario